domingo, 3 de febrero de 2008

MENGUANTE DE FEBRERO


En efecto, la luna marca la pauta de las labores en el campo. Este menguante es conocido desde la antigüedad por ser periodo propicio para la poda de árboles de consistente madera.

En la Cabaña, se podan estos días las hayas y fresnos, y se guarda la madera brava para futuras reparaciones y usos en la finca. Es un trabajo duro, donde hay que emplearse a fondo, tirando de hacha y motosierra.

El resultado final es un agradable alivio para los árboles, al liberarse de una abundante carga.

Amado, hombre de reconocida prestancia en estas labores, es el encargado de seleccionar, y ordenar el mantenimiento sostenible de la pequeña masa arbórea en la heredad.

Un día soleado y a cuatro grados sobre cero, el descanso se compensa con la Cocina de la Cabaña: del fogón salen listos callos, entrecot y frisuelos...

asturiasheritage@gmail.com

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