jueves, 9 de agosto de 2007
EDICIÓN LIMITADA
La oferta que estos días el paisaje nos ofrece, es irrepetible. La estancia en la cabaña es una experiencia sin igual, demasiada corta. Es la conclusión de J. Cabrero, quien pasó unos días en la montaña.
El paisaje se estabiliza, la hierba ya no se renueva como hace dos meses, las hojas más débiles amarillean, flaqueando el color, y la luz se pierde en minutos diariamente.
Las visitas nos presentan grandes momentos. Un merecido recuerdo para Rebeca G. quien deja un pose talentoso, y ofrece una agradable convivencia al borde de un café.
Es una hermosa tarde de sol. El viento refresca una conversación vespertina, y en el horizonte, más nítidas que nunca, las Ubiñas inmortalizan las bellas formas que no distraen.
asturiasheritage@gmail.com
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